EN UNA ESQUINITA DEL CORAZÓN

octubre 14, 2017

Cuando se acaba el amor y cesa el dolor, al final, lo único que quedan son recuerdos. Lo que nunca será y siempre fue. Cuánta verdad hay en esa frase. Así la recuerdo a ella, que siempre fue de cosquillas en la espalda. De dormirse acurrucada antes que yo. De buscar calor bajo mi ropa. De tirarme de la manta. De despertarme a las tantas y hacerme el amor. De cantar bajo la ducha. De reír mis tonterías. De contarme los lunares. De alegrarme los días. Siempre fue de llegar sin avisar. De enamorarse sin querer. De besar con los ojos cerrados. De desnudarme la piel con la luz apagada. De sacarle una gran sonrisa al corazón con pequeños detalles. De pasear por la orilla del mar. Siempre fue de agarrarme fuerte de la mano con las pelis de terror. De subir el volumen de la radio cuando sonaba su canción. De pisar todos los miedos con la punta del tacón. De cambiar todos mis “NO” por impensables “¿Y POR QUÉ NO?”. De andares de loca por la vida. Del guapo subido todos los días.
Pero hay cosas que no recuerdo. No recuerdo por qué discutíamos, por qué dormíamos dándonos la espalda, por qué pasábamos tanto tiempo sin hablarnos, por qué se acabó. No lo recuerdo y, la verdad, tampoco quiero recordarlo.

Cuánta verdad hay en eso de que cuando se acaba el amor y cesa el dolor, al final, lo único que quedan son recuerdos. Y eso fue lo que me quedó de ella. Un recuerdo bonito paseando por una esquinita del corazón.



@elchicodecuadros


  • Share:

You Might Also Like

3 comentarios